Cuando tenemos niños pequeños en casa, es difícil encontrar tiempo para practicar ejercicio físico. Sin embargo, ¿sabías que existe una alternativa que puedes practicar sin salir de casa y con la compañía de tus hijos, y que os ayudará a ambos al equilibrio de vuestro cuerpo y vuestra mente? La respuesta es ¡el yoga!
Contrariamente a lo que se cree, los niños pueden practicar yoga desde muy pequeños; de hecho, la edad ideal para que empiecen está en torno a los 4 años, ya que es el momento en el que aún no han perdido su flexibilidad innata (cuando empecéis, enseguida comprobarás que son mucho más dúctiles que nosotros), y ya han desarrollado la capacidad para controlar su cuerpo y para concentrarse.
Como ocurre con los adultos, el yoga para niños tiene múltiples beneficios que te enumeramos a continuación.
Beneficios de practicar yoga con niños
– Aumenta la flexibilidad, la coordinación y el equilibrio. Puede que te parezca que solo tú necesitas trabajar la flexibilidad, pero no es así… Aunque los niños son bastante flexibles, la práctica del yoga les ayudará a mantener esa capacidad y no perderla a medida que vayan creciendo.
– Fortalece la musculatura y corrige la postura. El yoga permite que tengamos mayor conciencia sobre nuestro cuerpo y cada una de sus partes, una ventaja especialmente importante en el caso de los niños, ya que les ayudará a adoptar buenas posturas y evitar futuros problemas.
– Ayuda a canalizar la energía. ¿Tu hijo es especialmente inquieto? Eso no es un impedimento. De hecho, la práctica del yoga será de gran utilidad, ya que ayuda a nuestros pequeños a concentrarse, relajarse, gestionar sus emociones y dominar la ansiedad (aunque no lo creamos, ellos también sufren situaciones de este tipo).
– Crea hábitos saludables. Si cogéis la rutina de practicar yoga a diario, tus hijos aprenderán la importancia de llevar un estilo de vida activo y cuidar de nuestro cuerpo.
– Fomenta la armonía. Practicando el yoga en familia, ganáis en armonía, compañerismo y creáis lazos familiares.
Lo mejor para empezar a practicar yoga con tus hijos es hacerlo yoga en landmar costa los gigantes con sesiones diarias de corta duración (15-20 minutos) e ir ampliando el tiempo conforme vayáis creando el hábito y los pequeños vayan dominando la práctica. Solo necesitáis una esterilla, ropa cómoda y una lista de posturas sencillas con las que empezar. ¡Recuerda que, para motivarles, es importante plantearlo como un juego con el que todos os divertiréis!
Si planteas la práctica del yoga como un juego divertido con el que pasar un buen rato en familia, los pequeños estarán encantados y tendrán más ganas de practicarlo a diario… ¡Incluso en vacaciones! Y si no, que se lo digan a los peques que cada semana disfrutan de nuestra sesión de Mini Yoga en Landmar Costa Los Gigantes… ¡Se lo pasan en grande!
Posturas de yoga para niños
El gato
Imita los movimientos del gato mientras se estira. Para ello, los niños tendrán que ponerse a cuatro patas y respirar. Cuando inspiran, deben curvar la espalda hacia arriba y acercar la barbilla al pecho, y cuando espiran, curvar la espalda hacia abajo y levantar la barbilla al techo.
El perro
En este caso, imita los movimientos de estiramientos del perro ¡Con una postura clásica del yoga! Empiezan a cuatro patas para, posteriormente, estirar las piernas y los brazos hasta formar una V invertida, dejando la cabeza relajada hacia abajo.
El árbol
La mejor postura para estimular el equilibrio. Comienzan de pie, con las piernas juntas y los brazos extendidos, para después empezar a flexionar la pierna derecha hasta dejar la planta del pie apoyada sobre la cara interna del muslo izquierdo. Una vez hayan logrado dominar el equilibrio, llevarán los brazos hacia arriba, uniendo las palmas de las manos por encima de la cabeza.
La montaña
Los niños tendrán que sentarse con las piernas cruzadas, la espalda recta y las palmas unidas a la altura del pecho, y empezar a respirar. Al inspirar, deben estirar los brazos como si quisieran tocar el techo, mientras que al espirar, y vuelven a colocarlos en el pecho.
El niño
Esta postura les encantará porque consiste en imitar a un niño en el vientre de su madre. Para ello, tendrán que ponerse de rodillas, con los glúteos apoyados sobre los talones, y estirar los brazos hacia atrás mientras apoyan la frente en el suelo.
Recuerda que lo importante es mantener cada una de las posturas un rato mientras se practica la respiración… ¡Ese es el secreto del yoga!