De los largos días de verano, a las aulas y las clases. De los juegos, a los madrugones y los deberes… Septiembre, el mes de la vuelta al cole, siempre es una época complicada para los más pequeños de la casa, ¡y este año aún más si cabe! Con el desajuste que trajo a nuestras vidas la pandemia mundial del coronavirus, resulta que nuestros hijos han estado prácticamente 6 meses pegados a nosotros sin pisar el colegio y, claro, ahora la vuelta a la rutina se hace un poco más dura para los niños… y también para los papás.
Está más que demostrado que, en los primeros días o semanas de adaptación al periodo escolar, los niños pueden sufrir un equivalente al ‘síndrome post-vacacional’ que les deja algo más alicaídos de lo normal y les genera cierta ansiedad; pero no son ellos los únicos que lo sufren. Los padres y madres también nos encontramos con una situación en la que debemos adaptar nuestros horarios a los de los niños, hacer malabares para llegar a todas las actividades, modificar nuestros hábitos… En definitiva, la recuperación de la rutina con la vuelta al cole es algo que debe hacerse en familia, con la implicación de todos ¡y con mucha ilusión! Al fin y al cabo, después de tantos meses, todos teníamos ganas de un poco de ‘normalidad’, ¿verdad?
Volviendo a la rutina: las claves
Como veníamos diciendo, el principal factor que trae a nuestro día a día el momento de la vuelta al cole es la recuperación de las rutinas: hay que fijar los horarios de sueño, cuidar los hábitos en las comidas, repartir de otra forma los momentos de ocio… Y aunque sepamos que estas rutinas contribuyen positivamente a la vida familiar (los niños se sienten más seguros y los padres, menos estresados), la readaptación puede ser complicada.
Por eso, tener en cuenta las principales claves ayudará para que esta transición se haga lo más llevadera posible y tengamos un feliz comienzo de curso. ¡Sigue leyendo!
Ajusta los horarios de sueño
Este es el aspecto que más problemas causa en nuestros hijos y al que hay que prestar especial atención. Es normal que, durante las vacaciones de verano, los niños se hayan acostumbrado a acostarse y levantarse más tarde, pero ahora toca volver a madrugar y, por supuesto, ¡a los niños se les hace duro acostumbrarse! Por eso, te recomendamos que el cambio no sea radical y lo vayas haciendo progresivamente: un truco es ir adelantando cada día 15 minutos la hora de acostarse, hasta que llegues a ese horario ideal de sueño.
También la rutina es importante en ese punto: sigue el orden de ducha, cena y cama para ir preparando a su cuerpo para el sueño. Además, es importante que, desde la tarde, evites que tomen estimulantes (chocolate, dulces o refrescos) y que vean cualquier tipo de pantalla por la noche. La luz que irradian dispositivos como la televisión o las tablets ‘engañan’ al cerebro y alteran el ritmo natural de sueño. Un consejo válido tanto para nuestros hijos… ¡Como para nosotros mismos!
¿Un consejo más? Evita el estrés por las mañanas y los despertares bruscos porque no llegáis a tiempo al colegio… Lo mejor es avisar al niño diez minutos antes de la hora ‘ideal’ para que vaya despertándose poco a poco y a su ritmo, y así además tengáis tiempo de disfrutar de un agradable desayuno en familia (¡cada momento cuenta!).
Mantén la actividad física
La vuelta al cole también supone para nuestros hijos perder parte del movimiento y la actividad que tienen durante el verano: ya no tienen todo el día para correr y jugar, los pasatiempos como ir a la piscina o montar en bici se reducen, pasan más tiempo sentados… Por eso, es importante buscar actividades extraescolares que les permitan hacer algo de ejercicio durante al menos 1 hora al día y, ya de paso, les sirvan de motivación para afrontar este otoño. Si eliges un deporte que les guste ¡estarán encantados!
Además, unido a la actividad física, también es importante que vigiles el tema de la alimentación y que adaptes los menús en casa al nivel de actividad de tus pequeños.
Tiempo para los juegos ¡siempre!
Como decíamos, con el comienzo del curso, los niños sienten que pierden la libertad que ofrecen las vacaciones para dedicar el día a divertirse y hacer aquello que más les gusta. No obstante, es importante que en medio de la rutina de las clases, los deberes y las actividades extraescolares siempre tengan tiempo para jugar. Al fin y al cabo… ¡Son niños!
Eso sí, no olvides establecer también algunas pautas para esos momentos de ocio, a fin de que contribuyan a vuestra vida familiar. Limita el uso de las pantallas a un tiempo determinado (unos minutos al día) y fomenta los juegos en familia en los que tú también puedas participar. Con sus horarios del colegio y los tuyos del trabajo, ¡el tiempo que paséis juntos vale mucho!
Con estas claves y un poco de motivación (intenta mantener siempre una actitud positiva), seguro que tus hijos llevarán mejor la vuelta a la ‘normalidad’ y todos podréis disfrutar más esta nueva etapa.
¡Feliz comienzo de curso!